20051015

Lic. Nelson Roldán López Duran

“ REFLEXIONES”

Lcdo. M.S.c. Nelson Roldán López Durán (*)
C.I.No. 1.556.131.


SIMÓN BOLÍVAR EL MANTUANO CONTINENTAL


“Cuando pones la proa visionaria hacia una estrella y tiendes el ala hasta tal excelsitud inasible, afanoso de perfección y rebelde a la mediocridad, lleva en ti el resorte misterioso de un ideal.”.

JOSÉ INGENIEROS.


Simón Bolívar, hombre de acción y de pensamiento. Una gran figura para la época que tuvo que vivir. Un héroe y un destino que jugo papel decisivo en la transformación de las Repúblicas Latinoamericanas desde el punto de vista histórico. Un hombre con gran amor por los pueblos de hispanoamérica, por sus hermanos de sangre y raza, por los hijos de los peninsulares hispanos, contra quienes con el correr del tiempo se va a rebelar.
Un venezolano integral, que junto a la epopeya guerrera ejecuta a favor de los pueblos hermanos, los que conformaban La América India, a los que era difícil convencer, sobre todo a los pueblos vecinos y a los hombres, mujeres, jóvenes y ancianos que formaban parte de la clase mantuana. Sin embargo, resaltan en este hombres algunas condiciones muy especiales como fueron: la amplitud, la profundidad y la originalidad, en la forma de plantear la revolución de nuestra independencia hispanoamericana, está cuando tenía que hacerlo desde el punto de vista social, económico, político y cultural, las cuales dependían de su filosofía, doctrina y principios de la revolución que se había planteado en Europa y de las tanto le había hablado su maestro Simón Rodríguez al hablarle de la Enciclopedia y de la Revolución francesa, obra en la cual se nutrió durante su estadía en Europa, cuando realmente tuvo la oportunidad de leerla en francés después de haber aprendido el idioma. Al igual como leyó a Montesquieu en el Espíritu de las Leyes, a JUAN Jacobo Rouseau en el Contrato Asocial, y el Emilio. Y otras obras de gran significación para su formación intelectual y política. Ellas les permitieron la formación que le va a acompañar en el campo de batalla, en la elaboración de los documentos políticos que son un legado que nos ha dejado, al igual que las Constituciones por las cuales los venezolanos hemos tenido que consultar para tener una idea clara de su pensamiento de estadista, de filosofo, de constitucionalista que fue, de estadista, de literato, de guerrero, de conductor de pueblos, de analista de la política, de demócrata a carta cabal, de un conocedor de la democracia y la dictadura, las cuales había vivido y había implantado. Hablar de Bolívar en el conglomerado americano, es hablar de un héroe internacional y nacional ayer, hoy y mañana, por sus grandes dotes intelectuales, de pensador y de político.
Simón Bolívar, nace en Caracas el 24 de julio de l873, en la mansión de la familia Bolívar de Gradillas a San Jacinto, era hijo de los mantuanos caraqueños Don Juan Vicente Bolívar y Ponte y Doña María de Concepción Palacios y Blanco, ambos originarios de aquella región, igualmente pertenecientes a la sociedad caraqueña del momento, ricos, con su bienes de fortuna. El niño que ha nacido en aquel día llevara por nombre de pila el de Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios, quien va a ser bautizado el 30 de julio de l.783, a pocos días de nacido.
PARTIDA DE BAUTISMO DE SIMÓN BOLIVAR: “En la ciudad mariana de Caracas en 30 días del mes de julio de l.783 años, el Dr. Don Juan Félix Jéres y Aristiguieta, Presbítero, con licencia que yo infrascrito Teniente cura de esta Santa Iglesia Catedral le concedí, bautizó, puso óleo y crisma y dio bendiciones á Simón José Antonio de la Santísima Trinidad, párvulo que nació el día 24 de los corrientes, hijo legítimo de Don Juan Vicente Bolívar y de Doña María de la Concepción Palacios y Sojo, naturales y vecinos de esta dicha ciudad. Fue su padrino Don Feliciano Palacios y Sojo, á quien se advirtió el parentesco espiritual y obligaciones. Para que conste, lo firmo, fecha ut supra. - Br. Manuel Antonio Faxardo.”
Don José Félix, hombre rico e inteligente, muy conservador, muy afecto a su casta. Poco después regalará a aquel recién nacido un cuantioso vínculo que hará subir la renta del muchacho a buenos miles de duros anuales. El presente del Presbítero es de veras digno de un príncipe. De un príncipe rico y generoso.
Los propósitos del donante al establecer el vínculo se conocen por él mismo. El documento de la creación del
vínculo comienza así:
“Yo, el Dr. Don Juan Félix Xérez de Aristeguieta, clérigo, Presbítero, domiciliado en este obispado, natural y vecino de esta ciudad de Santiago de León de Caracas, capital de la Provincia de Venezuela, maestro en artes, doctor en Sagrada Teología, del Gremio y Claustro de esta Real y Pontificia Universidad de Santa Rosa de Lima, noble y de la primera distinción de esta República cuya distinción gozo desde mis antiguos progenitores y conquistadores de esta Provincia, digo que por cuanto uno de mis principales deseos ha sido proporcionar, en cuanto me sea posible, la perpetuidad, e lustre y progreso de mi familia, a mayor honra y gloria de Dios nuestro Señor...etc”, instituye el vínculo.
El vínculo, no lo hace a favor de Juan Vicente, porque éste posee mayorazgo. Lo establece a favor de Simón, y si falleciera quedará el vínculo a favor de otros miembros de la familia, a quienes menciona. Es condición, expresa el documento, que el poseedor no atentará jamás contra ninguno de los dos Majestades, ni la Divina ni la humana...
Dado el nacimiento del niño Simón, a quien Dios no le había asignado su futuro, va a tener dos madrastras de crianza en aquel momento, una de ellas era una bella dama española, amiga de Doña María de la Concepción, quien era su verdadera madre por naturaleza, dicha madrastra es la joven y bella dama española lo cría a sus pechos, quien se llama Doña Luisa Mancebo de Miyares, quien tiene por origen de nacimiento Cuba, quien esposa del Coronel Español Don Fernando de Miyares, Gobernador de Maracaibo por el Rey a principios del siglo XIX y, más tarde, Gobernador o Capitán General de Venezuela.
Esta nodriza, que fue ocasional para la vida del niño Simón, espera que dé a luz Hipólita negra esclava de la familia Bolívar, la cual se va a encargar de amamantar al recién nacido, al infante.
El padre del futuro Libertador de Venezuela, Don Juan Vicente, nace en Caracas el l5 de octubre de l.726, y muere el l8 de enero de l.786, a la edad de sesenta años, quedando huérfana la familia Bolívar y Doña María de la Concepción Palacios viuda. Don Juan Vicente Bolívar había viajado mucho a Europa, a la tierra de sus ancestros especialmente a España, prestó grandes servicios a la corona española en nuestro territorio, la Capitanía General de Venezuela, a los dieciséis años contribuyó personalmente a la defensa de la Guaira, contra la escuadra inglesa del Almirante Knowles. Más tarde fue defensor de Puerto Cabello, al frente de los milicianos de Aragua. Igualmente, le sirvió a la Corona en los siguientes cargos, Procurador, Teniente Gobernador de la Provincia, Comandante de las Milicias de los Valles de Aragua, Administrador de la Real Hacienda Provincial y Coronel de un Regimiento de Milicias. A los cuarenta y tres años contrajo nupcias con Doña María de la Concepción quien sólo tiene catorce años. Al morir deja una viuda con veintiséis años y cuatro bastagos pequeños, donde se encuentra el cuarto Simoncito quien sólo cuanta con dos años y medios. Este cuarto hijo debe dar a la viuda grandes problemas de todo tipo, sobre todo por su condición díscola. El Licenciado Don Miguel José Sanz, nombrado por la Audiencia de Santo Domingo administrador “ad litem “ de los bienes del niño, es abogado inteligente, hombre de consejos y de influjo en la ciudad. Simoncito era un chicuelo delgado, nervioso, pecoso, pelo castaño, narizón, oscuros ojos vivos.
Simón Bolívar, tuvo la desgracia de carecer de hogar, de calor hogareño, pues la fatalidad se le presento por segunda vez a los nueve cuando muere la madre. Cuando el niño tiene sólo siete años, su abuelo tutor Don Feliciano Palacios, se lo entregan a Don Simón Rodríguez, para que lo instruya y lo forme espiritualmente, sin tener éste que abandonar el caserón de San Jacinto, en la esquina de Gradillas. Este joven pedagogo de veinticinco años, quien regresaba recientemente de Europa, del extranjero, persona a quien apenas conocen e ignoran sus ideasen absoluto. En l.797 ya con el grado de subteniente, obtenido en el Batallón de los Blancos de las Milicias de los Valles de Aragua, ya muerto su abuelo materno, llegando a la casa de sus tíos Don Esteban y Carlos Palacios. En Madrid contrae nupcias con la bella madrileña, María Teresa Rodríguez del Toro y Alaiza, con quien regresa a Venezuela y se instala en la Hacienda de San Mateo y en la casa de San Jacinto y Gradillas. Muerta su esposa en el año de l.823, le viene a Bolívar una nueva desgracia en su haber, desesperado y triste viaja por segunda vez a Europa, donde se dedica a una vida llena de placeres y visitas a los grandes salones de España, Europa y otros sitios que le permitieran olvidar a su amada.
En Europa se encuentra con su amigo, maestro, guía, orientador y consolador, allí le recuerda sus gratos días de la Caracas colonial, sus paseos por los llanos y por los ríos de la hacienda de sus padres, le llama la atención sobre su futuro, le invita a viajar por algunos lugares de la Europa de Aquel momento, van a Italia y en el Monte Aventino Jura no darle descanso a su brazo y a su alma hasta lograr la libertad de su patria y de América. Logra ver la Coronación de Napoleón Bonaparte como Rey de los franceses. Ante aquel acto Simón Bolívar se siente frustrado, al ver a un revolucionario soberbio, arrogante, prepotente y desleal a la justa causa declarándose Rey del pueblo Francés. Regresa nuevamente a Venezuela en el año de l.807, participa en la rebelión de los mantuanos. Junto a José Antonio Domínguez, los hermanos Ribas, y muchos más.
En l.8lo, vuelve nuevamente a Europa, va como delegado a Londrés como delegado por el gobierno de Venezuela recientemente instalado, le acompaña Luis López Méndez y Don Andrés Bello, van con la misión de buscar ayuda para la independencia de Venezuela, ante el Gobierno Inglés, no encontrada ella, el Libertador tiene la dicha de encontrarse con el Precursor de la Independencia de Venezuela, el Generalísimo Francisco de Miranda, a quien invita a regresar al país, éste lo hace en diciembre de l.810, lo cual le permite organizar la Sociedad Patriótica, la cual va a luchar por la Independencia definitiva de Venezuela, lo que los levaría a la Declaración de la Independencia para los venezolanos, cuyos objetivos en estos dos prohombres estaban bien claros, porque sabían hacia donde iban, aunque estaban bien claros, sabían que para su logro había que derramar sangre, sangre del pueblo que aspiraba a la democracia, a la libertad, a la soberanía absoluta, aunque de ella no gocemos en los actuales momentos por culpa de nuestros mandatarios, por sus errores, por su falta de amor a la patria, por sus actos de corrupción constante por quienes han tenido la encomendación de gobernar en nombre del pueblo venezolano. Por quienes nos han engañado con palabras antisonantes, con la palabra revolución, a quienes hay que preguntarles cuál revolución, la revolución de la oligarquía, la revolución del atraco y la corrupción contra el tesoro público, contra nuestra Hacienda Nacional. La revolución de los depredadores del pensamiento del Libertador en su propio beneficio y en el de su camarilla.
Simón Bolívar, el niño ignorante, díscolo y nulo aprenderá de su maestro predilecto a ser útil a sus semejantes, pues bajo estas pautas lo formó y buscó este maestro, que fuera su alumno predilecto, su gran alumno, su intelectual del futuro, su héroe del porvenir que le veía venir. Para el héroe lo que le permitió su gran preparación de estadista, guerrero, gobernante, educador,
Legislador, fue su propia escuela práctica, la cual asimiló de acuerdo con su filosofía, doctrina y principios revolucionarios, sus veinte años de lucha y de vida cívica, le fueron suficientes para lograr lo que tanto anhelaba y por ello logra lo que se había propuesto, lo que le llevo a ocupar el lugar que ha ocupado en los anales de la historia hispanoamericana.
La obra laudable de dos de sus maestros, Simón Rodríguez en Venezuela, y el Marqués de Ustáriz será para ellos de gran importancia poner aquella alma infantil y adolescente a tono con su tiempo, como fue inducirlo hacia la libertad de su pueblo y de la América, y sobre todo emancipar su espíritu, como consecuencia de los grandes trances por los que había pasado durante su corta edad. En esta su obra, colaboraron a corto plazo sus viajes, la historia, su herencia psicológica y pecuniaria: todos estos factores que le van a ser propios a la formación e independencia de su espíritu para la lucha, para la revolución y para la libertad de los pueblos que él tanto amo.
Bolívar, tuvo la fortuna de aparecer ante la historia del mundo, la cual coincidió con la conquista renovadora de los grandes acontecimientos mundiales, especialmente con la Revolución Francesa, donde aparecen las primeras ideas de renovación social, propiciadas por Locke y Condillac quienes habían renovado la filosofía, Voltaire y Diderot la crítica, Montesquieu y Rousseau el derecho político, todo el mundo moderno venía de un precursor: el judío Spinoza.
En el medio de una gran lucha de conciencia y de armas espantosas, se presenta el hombre, nuestro gran Libertador, que estaba consciente de su papel a jugar frente a una nación aguerrida y colonialista como era España, la tierra de sus ancestros, a la cual tenía que enfrentar si quería salvar nuestro porvenir, el porvenir de nuestra Venezuela y de la América, quitándose más de trescientos años de indominia, de crímenes, de salvajismo, de terror, de indulgencia, de explotación, por lo cual luchaba sin cesar, pensando sólo en que fuéramos libres para siempre, sin embargo, hay que decir, que ese sueño de bolívar hoy es un frustramiento, la razón simple y llanamente quienes han tendió el poder en sus manos lo han defraudado por no seguir su pensamiento y su doctrina. Bolívar en los actuales momentos es el hombre nuevo del mundo americano, y cuanta falta nos hace en estos momentos en que muchos que dicen ser venezolanos no lo son, son los malos hijos de esta tierra, de esta patria que se llama Venezuela, a la cual debemos llevar en nuestros corazones.
Hoy en los actuales momentos, los venezolanos estamos con deuda con Bolívar, pues él nos dio nuestra nacionalidad, la implantación de los sistemas republicanos en todo el continente, el definitivo advenimiento de los sistemas políticos, la democracia, como la mejor forma de gobierno para una nación, tuvo la capacidad de plantear el concepto de derechos para los pueblos libertados por él en la América, repudió con gran entereza la idea de conquista, de esclavitud, trabajo por la igualdad jurídica de las naciones, por la integración de los pueblos americanos, el equilibrio de los Continentes con la emancipación del Nuevo Mundo que Washington había empezado, el Arbitraje para dirimir diferencias internacionales, de igual manera lucho porque se elaborará el primer esbozo de una Sociedad de Naciones.

(*) MIEMBRO DE LA SOCIEDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA SECCIONAL TÁCHIRA.

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